La ecobiolencia y la seguridad ambiental

Todos podemos cuidar nuestra única casa


Existen distintas formas de manifestación de la violencia, generalmente se relaciona contra el daño directo hacia otro ser humano, sin pensar, que, el daño hacia nuestro ambiente o entorno, es decir, a la Naturaleza, también es un tipo de (bio)lencia y que produce, de manera indirecta, daños al ser humano, sugiriendo, además, que se manifieste una violencia estructural.

 

Como seres humanos, estamos expuesto a amenazas de todo tipo que ponen en riesgo nuestra seguridad humana, entre ellas, están las dirigidas contra el medio ambiente, amenazas tales como la contaminación, el cambio climático, deforestación, desplazamientos, calentamiento global, entre otros, peligrando así nuestra seguridad ambiental, cuya alteración implica riesgos a la seguridad alimentaria, a la salud y la economía, tanto a nivel de Honduras como a nivel global.

 

Es así, que entra en colación el término ecobiolencia, como “las diversas formas de violencia practicadas contra la Naturaleza” (Oviedo Sotelo, 2013), que pueden afectar tanto a seres humanos como a no humanos. Este término, pretende resaltar la importancia de la economía con relación a la ecología, sin embargo, considero que, los problemas ambientales también afectan otros aspectos como la salud, la alimentación, arriesgando el bienestar de la persona humana. Un documento relacionado, y como ejemplo, puede ser el siguiente enlace  Honduras: Tormentas Eta y Iota

Paso de las tormentas Eta y Iota por Honduras


De acuerdo a Oviedo (2013), se ha comprobado que el humano no posee un gen violento, es decir, que no nace violento, por tanto, y recordando a Galtung, que el ser humano tiene la capacidad de paz, es posible manejar la ecobiolencia mediante luchas pacíficas, de paz, con la no violencia, utilizando el método trascend y lograr oportunidades positivas mediante la transformación, y alcanzar una satisfactoria seguridad ambiental, que automáticamente apoyaría las demás dimensiones de la seguridad humana.

 

Aunque el problema ambiental lo vemos muy grande, muy globalizado, como persona podemos contribuir a su disminución, sí, tal vez con manifestaciones y luchas pacíficas, que desafortunadamente, en Honduras, se ha respondido con violencia hasta el punto de matar a defensores ambientales, pero también hacer uso de nuestras habilidades, por ejemplo, tecnológicas para apoyar al ambiente, creando aplicaciones o herramientas oportunas (App móvil contra incendios ambientales), o, por ejemplo, mediante estos blogs para que las demás personas conozcan y así concientizar, prevenir y contribuir, por medio pacifistas.


Berta Cáceres, ambientalista hondureña asesinada en marzo de 2016


Bibliografía: Oviedo Sotelo, D. (2013). Eco(bio)lencia, irenología y lucha por la paz de nuestro mundo único. Iztapalapa, Revista de Ciencias Sociales y Humanidades, 41-82.


Comentarios

  1. Mas allá de creer que es una problemática ambiental, podemos decir que es un compromiso social que nos debe caracterizar e identificar a todos.

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